1) Uno de
los pacientes al principio del taller no podía conectarse con la tarea, sólo
hacía dos o tres líneas rápidamente y no podía seguir. En un momento me di
cuenta que necesitaba más acompañamiento de mi parte que el resto de los
pacientes y así lo hice.
Poco a poco
fue conectándose, preguntándome como hacía un color, empezando a armar una
imagen con movimiento y colores.
2) Otro
paciente al principio se entusiasmaba mucho con pintar, los colores, la
materia, lo que quería pintar pero tendía a empastar los colores, es decir al
final había muchas partes de la pintura que eran una maza en donde no había
contrastes y se perdía cierta forma, aparecía una forma empastada, aplastada
como decimos en plástica, inclusive yo le dí un pincel más fino para ver si con
una pincelada mas fina y otras más gruesas se podía delimitar las formas y
colores pero no sucedía. Bueno en un momento que coincidió con preparar la
exposición y empezó a separar, figura de fondo, aparecieron contrastes fuertes
de colores, y la pintura empezó a tener aire.
3) Hay un
paciente que trabaja muy bien, la composición es equilibrada, los colores
funcionan pero faltaba movimiento a los planos de color, es decir eran planos sin matices. Poco a poco acompañado
por mis sugerencias fue trabajando los planos con movimiento, la imagen cobró
un ritmo más interesante plásticamente.
4) Nombro a
otro paciente que no sabía que pintar para la exposición, le doy un libro de
Kandinsky, eligió una imagen abstracta y la iba a copiar, yo le propuse que
cierre el libro y trabaje con la impresión que tuvo, es decir con su
subjetividad y así lo hizo. Armó una imagen muy interesante desde la forma y el
color que pudo hacer por haber transitado pasos previos en las otras clases, en
donde una imagen interna empieza a desarrollarse y puede ir saliendo.